Como resumen: la construcción es increíble, recreando una auténtica hacienda. El personal es fantástico, especialmente Fatima, la recepcionista. Pero hay una clara falta de personal y de coordinación, que finalmente se resuelve gracias a la buena voluntad de los empleados. Llegamos a las 8pm y nuestra habitación estaba sin hacer, otro día no cambiaron las toallas… Todo resuelto gracias a la buena voluntad de cada uno de los empleados a los que acudimos con el problema.