El hotel es muy conveniente ya que está enfrente de la terminal de autobuses, al entrar parece que uno se traslada a un oasis.
Una ventaja es que en la terminal de autobuses está una terminal de taxis seguros, también el staff del lobby puede ayudar a solicitar uno.
Unos 200 metros está un restaurante brasileño, también un Oxxo, y algunos hoteles alrededor con restaurantes, también el hotel tiene su propio restaurante con un excelente bufete para desayuno.
Las habitaciones son muy amplias y cómodas, siempre hay agua caliente,
Lo malo es que tienen dos albercas hermosas pero siempre están heladas ya que no las calientan, eso es un poco deprimente para los niños.