Sitio idílico para estancia de 1 noche. Son cabañas en plena selva. El servicio en recepción y en el restaurante es excelente. La playa es muy bonita, aunque el baño no está permitido por peligro de cocodrilos. Nosotros hemos estado en una habitación para 4 (capacidad 5). Para una noche es correcta, aunque la limpieza es terrible: mucho polvo y debajo de las camas no han limpiado desde hace meses: hemos encontrado papeles, tickets de compra, papel higiénico…muy asqueroso, la verdad. Hay bichos, evidentemente, estás en mitad de la selva. Felicidades al personal del restaurante: la comida y el trato de 10!