El personal del desayuno nos atendió muy bien, son muy amables y dedicados. El desayuno también nos gustó, está muy bien de sabor y variedad, fuimos fans de los huevos al gusto.
Lamentablemente el día de check in el personal de recepción no fue particularmente agradable; empezando con que les había escrito desde el 6 de agosto para indicar que mi mamá llegaría antes que yo, y nunca se pudieron dignar a responder. Cuando mi mamá llegó, las personas que la atendieron estaban jugando, cotorreando entre ellas y apenas le pusieron atención. No encontraban la reserva con mi nombre, lo cual se me hizo raro porque yo había llamado la noche anterior para confirmarla. Al estar tan entretenidas jugando y cotorreando, mi mamá tuvo que pedir dos veces que por favor le resguardarán el equipaje, ya que llegó antes de la hora de check in.
La habitación en si estuvo bien, en el sentido de que fue lo que reservamos; las camas cómodas, la regadera tiene excelente presión y temperatura. Lo malo es que olía muchísimo a humedad, de hecho tuvieron que poner bolitas de naftalina para ayudar a quitar el olor, y pudimos notar que a pesar de que la limpieza se hacía en tiempo, no era consistente, ya que la primera noche yo vi un cubre bocas usado en el clóset (que no era ni mío ni de mi mamá); las toallas tenían manchas de uso, y en una noche que se cayó el control de la TV, seguía en el suelo cuando volvimos de pasear.
Fueron muchos detalles pequeños pero algo frustrantes.