El hotel en su conjunto está muy bien; ofrecen bastantes servicios (entretenimiento, una clase gratuita de buce, bar y restauración) las instalaciones son grandes y muy cerca de la playa. Uno de los puntos negativos es que, pese a ser un todo incluido, el wifi es de pago (1 hora 2€) y los bungalows están algo viejos y no demasiado bien cuidados (aunque todo está limpio). Otra pega es que la carta de bebidas en los bares es bastante pequeña y que en los buffetes de comida no se indican los alergenos de cada preparación. No obstante, el personal es muy atento y amable, lo que compensa los aspectos negativos.