El hotel es correcto pero esta solo pensado para huéspedes ingleses que, por cierto, son maleducados y escandalosos, llegando a altas horas de la madrugada haciendo ruido y pegando voces sin ningún miramiento ni cuidado.
El horario de comidas esta solo pensado para ellos pues a las 20'30h era el último turno para cenar. Nosotros llegamos a las 21'20 y la cocina ya estaba cerrada y tuvimos que ir a cenar fuera a pesar de tener la media pensión pagada.
La calefacción del hotel era muy floja y la wifi solo llega a recepción que también es solo el único lugar de estar al salir de la habitación porque no hay ningún salón ni hay nada mas y, si quieres leer o estar un rato tranquilo pues vienen los ingleses con sus voces y te lo fastidian.
El personal del hotel es correcto y simpático.
También el bufet del desayuno y la cena estan bien. Creo que es lo mejor, y el personal del comedor muy bien.
Y lo que es muy muy bueno es la situación porque está delante mismo del remonte que te lleva a la estación con lo que no tienes que coger el coche para nada y eso es estupendo.
No se si repetiremos pero si lo hiciéramos, seria únicamente por la ubicación.