El hotel es una terminal de autobuses del mismo nombre algo un poco inusual, el desayuno lo dan en un pequeño kiosco de la misma terminal el cual solo lo aprovechamos una vez por que si es algo incomodo, a la vista es un hotel atractivo y limpio pero camas de baja calidad y almohadas pequeñas lo único rescatable es el edredón que si está al nivel del precio. Las paredes son solo tabla roca sin ningún tipo de aislante acústico, lo que hace que se escuchen los camiones de la terminal, cada vez que alguien camina por el pasillo, cuando entran a sus habitaciones otros huéspedes, cuando entran al baño, las alarmas del vecino y para nada recomendable ir con niños por si el vecino hace ruidos inapropiados. Un gran problema poder bañarse el agua caliente va y viene lo que hace imposible tener una temperatura agradable, toallas muy delgadas y pequeñas que apenas rodean el cuerpo de una persona promedio, el estacionamiento solo para 4 vehículos y si están ocupados los mandan al fondo del terminal en la tierra (sin pavimento)