La habitación estuvo bien, pero el día que llegamos, fuimos a cenar y al regresar nos percatamos de que habían cosas movidas, como la cama, el buró, las almohadas y el horno de microondas estaba prendido; además de que a alguien se le había caído su pestaña postiza y el piso parecía estar sucio de comida, razón que nos alertó, porque cuando dejamos las cosas, no estaba así.
Pedimos que nos reembolsaran pues nos daba miedo quedarnos otra noche, ya que casi no pudimos dormir, dado que ya habíamos pagado todo y nuestra reservación no nos lo permitía, solo nos cambiaron de habitación, pero después se nos hizo sospechoso que la de limpieza quisiera abrir nuestra nueva habitación, cuando se supone, que nadie entra ni para hacer la limpieza por el COVID, así que decidimos mandar nuestras cosas de valor con una prima que vive cerca.
Los chicos de la recepción siempre fueron amables y la habitación en primer lugar está bien, hubiera sido perfecto si no nos hubiera ocurrido esa situación