Nos gustó mucho la ubicación del hotel, cerca de todo y silencioso aunque estaba justo en el centro.
El hotel está muy bien cuidado, con muchos detalles,un patio interior verde precioso,piano en la entrada, nos encantó que todo estaba personalizado 👍 un 10.
La pena es que la zona del spa no está tan cuidada y el agua estaba fría. El masaje bien.
José el masajista era muy majo y buen profesional.
Nos quedamos una noche a cenar en el restaurante y nos arrepentimos por qué aparté de que salió un pelín cara la cena, tuvimos que aguantar los gritos de la cocina, soportar las malas caras del camarero o los despistes y olvidos de la otra camarera...fatal trato.
En cambio cuándo cenamos en la cafetería nos encantó el trató y la rapidez con la que nos atendieron.
Volvería al hotel si la gente fuese un pelín más amable y sonriente la verdad, por que el hotel es muy bonito y vale la pena alojarse allí.