No fue grata nuestra estancia. Al llegar nos tocó una habitación que olía demasiado a tabaco, de verdad era insoportable, fuimos con niño, así que pedí que nos cambiaran de habitación y lo hicieron sin problema. Al llegar a la otra habitación tenía un olor raro, no feo, pero no olía bonito, tuve que rociar mi perfume para estar a gusto.
El depósito solo es en efectivo, no aceptan tarjeta, así que tuve que retirar dinero ahí mismo para poder dejarlo.
La regadera es horrible, es como una llave de presión que te golpea el cuerpo, no fue agradable bañarse así.
Y en el área del baño ví algunos animalitos por la taza y el lavabo.
No regresamos a este hotel.