Realmente tenia altas expectativas del hotel lamentablemente la experiencia no fue la mejor, el personal es cero amable, especialmente los de los camioncitos internos son muy groseros con el turismo nacional, vi la gran diferencia hacia el trato extranjero y escuchaba la forma despectiva en la que se expresan de los mx penso que yo no sabia ingles, muy incómodo. Este comentario lo escuche de otros huespeded tambien. El bar del lobby se satura de noche y los meseros se portan muy confianzudos. El hotel es muy grande a lo largo y no es nada practico moverse de un punto a otro. Nadie te explica nada y hay que adivinar horarios de todo. La piscina frente al mar muy linda pero las sillas alrededor sin sombrillas, el cuarto agradable pero nada del otro mundo. La comida del bufete malisima y sin sabor, el primer dia pelos en la pasta al pesto, un asco, al segundo dia las servilletas de tela manchadas con labial, todo se reportó en su momento. El mesero del rest japones le dio una piñada con alcohol a mi hija de 12 años porque "se confundio". Gente trans entra al baño de mujeres y es muy incomodo. Dicen que no se puede fumar y la gente fuma por todos lados. Es una pena realmente me lo imaginaba mucho mejor. Ah y al momento de hacer el checkin no encontraban mis documentos y tuve que esperar casi una hora para que me den el cuarto.
